Juego del asesino: El incidente. [Solución en la página 5]

Mmmm eso que dices suena interesante Fragel  

mapeju dijo:

Mmmm eso que dices suena interesante Fragel  

Uf,  no se,  no lo tengo nada claro. De hecho otra de mis principales sospechosas eres tu .

Tu relato presenta a una persona a la que le gusta la soledad, que puede llegar a enfadarse mucho y a la que le gustaba mucho la videoconsola, por lo que matar con un cable de consola....ummm...pues eso .

y quiero demasiado a mi Play como para estropear sus precisos cables  

- RELATO MODERACIÓN: No contiene pistas -

Hacía varias horas que todos estaban durmiendo...

Se dedicó a deambular por la casa y observar cada detalle; todo estaba exactamente igual que aquel día excepto por el paso del tiempo, claro. Las mismas cortinas con olor a rancio en los ventanales, ese papel del salón que siempre había odiado, esos colchones de muelles que se clavaban hasta el alma... Sin embargo, no podía negar que en aquella casa había pasado los mejores momentos de su infancia... y el peor. Pronto borró esa sonrisa estúpida que se había plasmado en su rostro dando paso a una especie de mueca macabra.

Se oían unos pasos a lo lejos; se escondió tras la puerta y vio cómo Gemacoco entraba en la estancia; llevaba un vaso de leche e iba medio dormida. Se sentó en una de las sillas que rodeaban aquella majestuosa mesa de comedor; comenzó a dar pequeños sorbos y su mirada se perdió en la oscuridad de la noche.

— ¡Ja, ja, ja, ja! —reía Gemacoco— No me lo puedo creer, ¿habéis visto cómo se ha asustado?

Corría torpemente; ese sonido, esas voces, ese... ¡Todo! Necesitaba llegar a casa y ponerse a salvo en su habitación. La noche era tan oscura que no se veía un ápice. No tuvo la fortuna de contar con un manto estrellado o con la generosa luz de la luna... Luna nueva; maldita su suerte. Cayó por una pendiente.

Podía recordar todavía la risa de esa maldita perra; solía hacer acto de presencia en sus pesadillas.

Bien, había llegado el momento y estaba a tiro. Cogió el atizador que se encontraba junto a la chimenea y le asestó un par de golpes en la nuca. Gemacoco se desplomó sobre la mesa; era maravilloso verla ahí, a su merced. Buscó su pulso y... no podía ser de otra forma; la zorra seguía viva. Clavó la punta del atizador en la tráquea de una nívea Gemacoco; pudo obsevar cómo la vida se escapaba de ella.

- RELATO 2-

Ya puedo tachar a Fragel de mi lista: ahorcada en el silencio de la noche, a la hora mágica y con el brillo de la luna llena entrando por la ventana. Ya quedan menos a los que estar soportando estos días. Me cuesta tenerlos a todos a mi alrededor pero es un mal necesario para mis propósitos. Me lo tomaré como unas vacaciones más con nuevos retos y, por qué no decirlo, con el consuelo de que pronto acabará toda esta aventura. El cable de la consola me ha sido muy útil pero será mejor cambiar el método esta vez, tampoco quiero que me pillen a la primera, queda mucho por hacer. Pensándolo bien, creo que voy a darle uso a este abrecartas que encontré en aquel cajón que abrí por curiosidad.