Juego del asesino: La maldición de la reliquia perdida. [SOLUCIÓN, PÁGINA 20]

Es raro que nonik no haya dicho todavía nada

Es raro que nonik no haya dicho todavía nada

txemi dijo:

Es raro que nonik no haya dicho todavía nada

Lo he hecho, pero se ha perdido entre tantos mensajes.

 (y no valen chorradas)  

 (y no valen chorradas)  

Perdona jefa, prometo ceñirme al juego y no venirme arriba con el personaje

 (y no valen chorradas)  

Perdona jefa, prometo ceñirme al juego y no venirme arriba con el personaje

Por si te sirve de algo sargento lenoncete,escuche decir a Indiano Pepins que sospechaba de ti.
Yo sigo liada,solo quedan unas horas para la reunión donde decidiremos quien es el culpable y si nos equivocamos, la cosa se va a poner muy fea.

Relato de moderación ----- No contiene pistas

No podía apartar la vista del grupo de personas que le acompañaba. Todos estaban hablando sobre la desaparición de Damzel... ¿Dónde demonios estaba? Era como si se hubiera evaporado. Entre bromas, comentaban que así, “a más tocaba” a la hora de repartir el botín tras vender la reliquia.

La reliquia... estaba ahí por esa dichosa reliquia. Todos estaban rezumantes de felicidad y él, sin embargo, lo único que deseaba era estar en casa acompañado de su fiel amiga de etiqueta negra. Sumido en sus pensamientos y petaca en mano se fue alejando poco a poco; las voces cada vez se oían más lejanas hasta escuchar el silencio.

Cuando notó la presión que se ejercía sobre su cuello, ya era demasiado tarde. Lo sabía, estaba jodido. Su último pensamiento antes de fundirse a negro fue... Anaconda.

- RELATO 2 -

Damzel había muerto, una pena.

Yo siempre he tenido claro cuáles eran mis principios y detesto a aquellos que sólo se preocupan por la puta fachada… Siempre mirándose en su espejito y coqueteando con todos, preocupada de estar guapa y atractiva. Imbécil. Ella es la siguiente.

Espero despierto en mi tienda a que todos duerman, tengo que ser silencioso, esos soldaduchos tienen un radar así que con cuidado me camuflo en las sombras y entro en su tienda.

Diana duerme, tranquila, con la boca entreabierta. Derramo unas gotas de la esencia de belladona que he conseguido esta mañana.

Diana ha abierto los ojos y mi mira, aturdida.

- Por todos los dioses ¿Qué cojones haces…?

Sonrío, sé que está notando cómo su boca se seca, su ritmo cardiaco acelera y los músculos de su cuerpo han dejado de responderle. La dosis no es mortal, sólo va a paralizarla pero será plenamente consciente de todo.  

- Tranquila Diana, la miel tiene numerosas propiedades para piel y es un alimento exquisito. Espero que nuestras amigas lo disfruten.  

Con cuidado abro el saco con nuestras amiguitas, hormigas de fuego, y lo vacío sobre ella.

La miro durante unos minutos, su pánico, la certeza de que nadie la encontrará y no puedo evitar sonreír.

No siento rencor, al final me he dejado llevar y ¡joder esto es fenomenal!