Mi gozo en un pozo

Personalmente, y lamentablemente... yo lo descartaría...
Es MUY común que un niño, un abuelo o alguien con problemas psicomotrices suelte una colleja voluntaria o involuntaria...También es imposible controlar al 100% el entorno en sesiones grupales...
El trabajo del guia es preveer esas situaciones, evitarlas y evaluar permanentemente al perro para evitar un estrés excesivo, pero cuando algo se escapa el perro no puede mostrar NINGUN sintoma de agresividad... puede huir o entrar en indefensión, pero nunca defenderse...
Por eso se usan determinadas razas generalmente... porque aceptan una somanta de ostias simplemente agachándose.

Simbiosis dijo:

Personalmente, y lamentablemente... yo lo descartaría...
Es MUY común que un niño, un abuelo o alguien con problemas psicomotrices suelte una colleja voluntaria o involuntaria...También es imposible controlar al 100% el entorno en sesiones grupales...
El trabajo del guia es preveer esas situaciones, evitarlas y evaluar permanentemente al perro para evitar un estrés excesivo, pero cuando algo se escapa el perro no puede mostrar NINGUN sintoma de agresividad... puede huir o entrar en indefensión, pero nunca defenderse...
Por eso se usan determinadas razas generalmente... porque aceptan una somanta de ostias simplemente agachándose.

Ostias, eso suena terriblemente duro... Entiendo a lo que te refieres, es un tema muy delicado y los ejemplares seleccionados tienen que ofrecer totales garantías, pero me ha sonado terrible.

En la ultima sesión de AAA (básicamente algo lúdico para motivar y entretener abuelitos) un señor, sin venir a cuento y sin mostrar ningún síntoma de miedo le metió DOS ostias a Leona (una golden majísima) que nos asustaron a todos, incluida la perra, que no se lo esperaba... para mayores señas, era su primera vez... La sacamos de la sesión inmediatamente y nos pasamos 3 horas de ejercicios de eliminación de estrés (incluido paseo a la playa) después de la sesión antes de mandarla a casa
La terapia es muy bonita, y a todo el mundo le gustaría hacerla, pero un perro de terapia es un perro de trabajo... de un trabajo distinto al usual, pero muy duro. Una vez que las sesiones estan diseñadas (Muuuchas horas de trabajo) el dia en cuestión suponen muchas horas de preparación previas para llevar al perro en óptimas condiciones y al menos un par de ellas más después para llevarte al perro "limpio" a casa, y mas te vale conocer a tu perro para saber que herramientas son las óptimas para llevartelo limpio, porque si no, lo sufrirás en la siguiente sesión.

Otro ejemplo... Neko (mi perro) ha sido el tambor de Juanito durante seis meses. Juanito tiene paralisis cereral y su relación con el entorno era nula. Al principio no le hacía ni puto caso al perro hasta que un dia dejó la mano en la zona del corazón, dos sesiones después empezó a golpear el pecho del perro y a reirse. Usamnos esa única conexión para enseñar a Juanito a jugar al tambor y en vez de golpearse en la boca con los dientes...

El trabajo de Neko era ese el 30% de la sesión y durante semanas lo hizo a "indefensión pura" hasta que poco a poco fuimos trabajando y finalmente Neko se quedaba de buen grado... tan de buen grado que tuvimos el problema de que se quedaba dormido y con los golpes se le soltaba el esfínter con olorosos resultados...   Pero hasta ese punto, te aseguro que hubo momentos en los que paré las sesiones para proteger al perro, no por daño físico, sino por el psíquico y porque el guia era yo y el vínculo que sufriría las consecuencias era el mio con el...

Es duro, pero la recompensa es... indescriptible.