Historia:
Se cree que es descendiente del podenco ibicenco y el perro de los faraones. De orígenes muy antiguos, fueron traídos por los mercaderes de Creta y los fenicios y vendidos a los sicilianos y a las poblaciones cercanas a esta isla.
El aislamiento propio de la isla griega sería un factor importante en la evolución de la raza. Sin embargo hoy en día hay criaderos por toda Italia, y en Francia (la entrada en Francia todavía es reciente).
Es sin lugar a dudas una de las razas más antiguas que se ha mantenido invariable durante milenios. El mismo Aristóteles hablaba de él en su libro “De natura animalium”.
En algunas tumbas faraónicas podemos contemplar alguna representación de este perro.
También lo podemos ver representado en algunas monedas encontradas en yacimientos arqueológicos en Sicilia, Palermo, Messina…
Características generales:
Perro primitivo, elegante y esbelto. Con un tamaño mediano es un perro resistente a las inclemencias del tiempo.
Excelente cazador de piezas pequeñas, como la liebre, está perfectamente adaptado a los terrenos duros y escarpados.
Color:
Leonado, leonado y blanco, blanco con manchas naranjas o sólo blanco.
Pelo:
Corto en la cabeza, patas y un poquito más largo en el tronco y cola.
Cabeza:
Más larga que ancha, stop poco pronunciado y de cara rectilínea. Hocico puntiagudo, con la trufa marrón claro.
Sus ojos pequeños de color castaño claro o ámbar, también puede tener la tonalidad gris. Orejas triangulares de implantación alta puntiagudas, las lleva siempre rectas y rígidas.
Cuello:
Musculoso, con un ligero arco en la inserción con el cráneo.
Tronco:
Lomo recto y largo.
Cola:
Implantación baja, gruesa y uniforme en toda su extensión.
Extremidades:
Muslos largos, fuertes y musculosos, con “pies de liebre”.