A pesar de haber sido expuesto por primera vez como el Terrier australiano de pelo áspero en 1868 en Melbourne, Australia sus orígenes son más remotos que eso. Partiendo del Skye terrier de orejas erguidas y del pequeño Yorkshire terrier, después de varios cruzamientos con diferente porcentaje de sangre de una u otra raza, obtuvieron y fijaron el Silky. Aunque fue creado para la caza del conejo y de la rata y tiene todas las características de un auténtico terrier, actualmente no se utiliza para la caza y se ha convertido en un perro de compañía.
El Australian Silky Terrier es un perro valeroso a pesar de su pequeño tamaño es a la vez bastante obediente y es uno de los terrier más sensibles y adaptables. A pesar de su tamaño son reservados con extraños. Es confiable mantenerlo cerca de los niños ya que es dócil y afectuoso por lo que se ha convertido al pasar de los años en un excelente perro de compañía.