Quiero ser Adicto
25 mensajes
1 Albumes (4 fotos)
2 perros (2 fotos)
Sexo: Mujer
Edad: 41 años
Provincia: Pontevedra
|
Publicado: Wednesday 20 de January de 2010, 18:23
En casa de mi madre (un piso) tenemos un perro mestizo de 2 años. Nunca hemos conseguido que deje de hacer sus necesidades en casa, ni que deje de romper cosas. Sale a la calle 3 veces al día, unos 20 minutos por la mañana, 30 a mediodía y 50 por la noche. Los fines de semana sale más tiempo. En la calle se porta bien, y en el parque con los demás perros también, excepto con dos con los que nunca se ha llevado bien.Durante los primeros meses del año pasado lo llevábamos a un grupo de adiestramiento una vez a la semana, y aprendía órdenes básicas sin ningún problema (sentarse, tumbarse, caminar al lado...) pero a pesar de seguir todos los consejos de los adiestradores (que no etólogos) en casa no conseguíamos que obedeciese. Al final decidieron llevárselo unos días a su casa, para ver si allí su comportamiento cambiaba, y efectivamente dijeron que allí se portaba perfectamente. En cuanto volvió a casa volvimos a lo mismo de siempre, necesidades por todas partes y muebles destrozados. La siguiente recomendación fue que cada vez que se portase mal lo encerrásemos en un transportín enorme que tenemos, pero fue peor el remedio que la enfermedad, porque en cuanto se portaba mal lo metíamos, y en cuanto le dejábamos salir estaba tan nervioso que volvía a hacer lo mismo e incluso peor, así que volvía al transportín y el problema se convirtió en un bucle, terminó pasando más tiempo dentro que fuera, así que decidimos olvidarnos del transportín.Mi madre ya estaba desesperada y no sabía que hacer, así que decidimos llevarnos al perro mi pareja y yo que vivimos en un pueblo cercano en una casa con finca, donde además el perro tendría la compañía de su madre. Esto fue en verano de 2009 y los primeros días todo iba perfectamente, alguna vez rascó la puerta en los ratos que los dejábamos fuera (eran ratos cortos, normalmente pueden entrar y salir cuando quieran), pero por lo demás se portaba de maravilla. Hasta que un fin de semana llegaron los vecinos que sólo vienen de vez en cuando. Al principio el perro se arrimaba al muro y lloraba, pero consiguió saltarlo y tuvimos que sujetarlo con una cuerda larga. Cuando se fueron los vecinos terminó el problema, hasta que un día al volver del trabajo nos llamó otra vecina y nos dijo que el perro había saltado a la calle y desde ahí a su finca (ella tiene dos Amstaff). Lo trajimos para Vigo con un par de mordiscos en una pata trasera. Mientras se curaba modificamos las puertas de la finca ya que salía saltando por encima porque son más bajas que el muro. Aumentamos la altura y volvimos a llevárnoslo. El primer día estuvimos metidos en casa, él entraba y salía cuando quería y estaba contento, jugamos, durmió bien y se portó de maravilla. Al día siguiente salimos a tirar la basura, y cuando volvíamos, 2 minutos después de haber salido, nos encontramos al perro que ya venía andando detrás nuestra (había saltado la puerta que ya era más alta que anteriormente).El veterinario considera que tiene ansiedad por separación y le ha recetado unas pastillas que está tomando desde hace un mes. Además de eso nos ha dicho que hagamos lo que se recomienda en otro post del foro: coger las cosas como si se fuese a salir de casa y volver a dejarlas en su sitio, marcharse y volver en dos minutos, etc. El problema es que en VIgo el perro pasa totalmente de nosotros cuando nos vamos, por lo que por mucho "teatro" que hagamos ni nos mira; y en la casa donde vivimos mi pareja y yo no podemos tenerlo mientras siga así ya que tenemos que venir a trabajar y no podemos arriesgarnos a que salte a la calle y le pase algo.Me he puesto en contacto con educan y les he expuesto el caso para ver si ellos pueden ayudarnos; envié hace un rato un mensaje a ver si tengo suerte y me conestan rápido.Mientras tanto agradecería cualquier consejo ya que ayer empezó (después de un tiempo de relativa calma) a destrozar la mesa del salón, y mi madre ya me ha dejado claro que o me lo llevo o se va a la perrera, y me daría muchísima pena ya que el perro no tiene maldad ninguna, pero es puro nervio. |