Miguitas; el primer obrador para mascotas de España.

Charo atiende pedidos tras un mostrador repleto de 'muffins', 'brownies', 'cupcakes' y 'macaroons' cada mañana. Sus clientes no son nada habituales y poseen paladares muy exigentes: se trata de perros y gatos que buscan algo diferente y sabroso que llevarse a la boca. Con la ayuda de su hijo Álvaro, el repostero canino de Miguitas, en el corazón del madrileño barrio de Malasaña (Divino Pastor, 7), elaboran chucherías artesanas a base de harinas integrales e ingredientes naturales y frescos como fruta, hortaliza, verdura y carne, muy nutritivos y saludables para las mascotas. Los conservantes, aromatizantes, productos químicos o levaduras están vetados en este obrador.

Uno de los perros de Charo se volvió altamente alérgico a varios alimentos, entre ellos algunos cereales, y eso le obligó a fijarse mucho en lo que le daba de comer. "Los alimentos industriales están compuestos principalmente de cereales y ésta no es la forma más adecuada de alimentarles", asegura. Con esa idea está de acuerdo el veterinario experto en nutrición canina Carlos Alberto Gutiérrez, que opina que hemos humanizado a nuestras mascotas: "En las tablas de taxonomía mundial aparecen como animales carnívoros. Puedes ver toda su fisiología, sus dientes, su sistema digestivo, así como su longitud", asegura.

De la necesidad de buscar una alimentación adecuada para su perro surgió la idea de montar la primera pastelería para perros y gatos de España, hace ya tres años. Aunque estos no son sus únicos clientes... "También tenemos galletas para cobayas, ardillas y conejos, hechos a base de frutas. Incluso también vienen dueños de loros, caballos o camellos", asegura.



Entre las chucherías favoritas de su clientela figuran las galletas blandas a base de pato, salmón o ternera (la preferida de los gatos) y los 'brownies', los más vendidos de la tienda. Eso sí, sin chocolate, muy tóxico si se da en grandes cantidades, el cual sustituyen por algarroba. Las galletas de hígado de pollo también son muy demandadas ("con pollo de verdad, no como las chucherías industriales que sólo llevan aroma"), así como las tartas personalizadas para celebrar ocasiones especiales. "Para el paladar humano son bastante sosas porque no llevan sal ni azúcar, pero a ellos les encantan. No es porque los animales no lo puedan tomar. En realidad hay muchos mitos sobre esto: pueden comer casi de todo, pero en cantidades bajas, y como no podemos controlar el número de galletas que cada dueño le da a su mascota, optamos por eliminarlos". Ignacio Arija, profesor de nutrición animal de la Universidad Complutense de Madrid, opina lo mismo que Charo: "No hay alimento malo para el animal: el ajo, la cebolla, el queso... todo depende de la cantidad que les demos. Eso sí, hay que tener en cuenta que un cambio brusco en la dieta de un animal puede provocar problemas de salud", afirma.

Esta educadora canina se formó en EEUU con cursos de nutrición animal y a partir de ahí se dio cuenta de que cada vez había más perros con problemas de alergias alimentarias, gastroenteritis y colon irritable. "Tengo muchos clientes con animales alérgicos, sobre todo al trigo y al maíz porque son los cereales con los que más se elaboran los piensos compuestos. Además los perros no digieren bien las harinas blancas", asegura Charo.

Sus galletas, que pueden durar en la nevera unos tres meses y seis en el congelador, están desecadas a propósito. De esta forma se endurecen para obligar al perro a roerlas y fortalecer así sus dientes. "Los estudios indican que más del 80% de los perros y gatos padecen gingivitis y sarro", afirma.

Aparte de los clientes habituales, muchos viandantes entran a curiosear atraídos por la vistosidad de sus coloridos productos, tan atractivos a la vista que más de uno no se habrá resistido a probarlos...

VER VIDEO