El análisis de la palabra can, en las diversas lenguas indoeuropeas, resulta posible reconstruir la forma original K'uon, que pasó (entre las lenguas orientales,
donde la antigua k se transforma en sh o s) al sánscrito shvan, al armenio shun, etc. y (entre las lenguas occidentales, donde la k' se convierte en k y h) al griego kýon, al irlandés cú, el gótico hunds y al latín canis.
No ha sido posible, en cambio, establecer si esa raíz K'uno, además de la indicación pura y simple del animal "perro", saber si tenía un significado importante y cual era éste.
Herodoto refiere que los antiguos Medos, pertenecientes a un grupo iraní, llamaban al perro con la palabra spoka, esto permite conocer el origen del término ruso que es sobaka, y tal vez, del término turco que es köpek.
Palabras correspondientes al indoeuropeo K'uno (demostración de la gran antigüedad del término) pueden encontrarse en lenguas pertenecientes a grupos muy lejanos, como el chino antiguo
k'iuan (moderno Ch’üan), el ostiako siberiano kanak, el cafino de África oriental kunano. Vale aclarar que en el resto de África negra, en las lenguas bantús, predomina la forma buá, de origen claramente onomatopéyico; aunque en materia de derivaciones onomatopéyicas, la prudencia es necesaria: el ladrido, que en italiano se representa con bau bau y en español con guau guau , los japoneses con wa wa (pronunciado uá uá) .
En todas las lenguas neolatinas se deriva del latín canis, teniendo en cuenta las leyes fonéticas de cada una de ellas, así se tiene el español can , el italiano cane, el francés chien, el rumano cîine, el portugués cão (se pronuncia can), etc.
En español hasta el año 1400 se utilizo el término can , la denominación perro (de origen desconocido) era poco común su uso o usado en forma despectiva,
pero luego la palabra perro se difundió rápidamente, aunque actualmente la palabra can ha caído en desuso.
En las lenguas germánicas modernas deriva del antiguo gótico hunds, o sea hound en alemán, hund en sueco, hond en holandés, etc. En inglés, en cambio, se produjo un caso análogo al español, el término moderno dog (de origen desconocido) y muy poco usado hasta fines de la Era Medieval, ha desplazado casi por completo a la antigua palabra germánica hound, actualmente se usa solamente en la poesía y en la composición de los nombres de algunas razas, como bassethound, foxhound, bloodhound, greyhound.
En griego moderno, perro se dice skylí, palabra que en griego antiguo significaba "perrito", "cachorro". También el término cucciolo ("cachorro") es de origen incierto, aunque pareciera una derivación del término cuccia (cucha), o sea el cachorro sería el animal que no abandona todavía la "cucha" (la palabra "cuccia" deriva del francés coucher que significa "dormir", "acostarse").
Pero otros historiadores consideran posible una conexión con el término serbocroata kucak (se pronuncia kuchak)
y el persa kuciak, en ambos casos significan "perro".
La lengua más antigua de la cual existe documentación es, aproximadamente, hacia el 3500 a.C. es el sumerio, que era hablado al sur de Irak actual. En sumerio "perro" se decía nug, y de esta forma, probablemente, deriven del tamil (lengua preindoeuropea de la India meridional) nay y el japonés inu.
No son mucho más recientes los textos jeroglíficos que nos dan el nombre del perro entre los antiguos egipcios: su sonido era uhor, forma muy próxima al hor de los vascos, la misteriosa y antiquísima lengua que, aún, se habla en ambos lados de los Pirineos.
* Enciclopedia Canina: Anesa - Rizzoli. Editores. Milán. Italia