¡Hola a todos!
Este mes vamos a hablar de un tema candente cuando empieza la primavera: la leishmaniosis.
Seguro que todos los que disfrutáis de la compañía de un perro ya habéis oído hablar de esta enfermedad, y hoy os vamos a dar un enfoque muy práctico con información básica acerca de la leishmaniosis canina, y algunos consejos muy útiles para prevenirla.
La leishmania es el parásito (protozoo) que produce esta enfermedad, pero sin embargo en la mente de todo el mundo está el famoso mosquito Flebotomo, y es que éste mosquito es el que “inyecta” con su picadura a las leishmanias dentro del cuerpo.
A este sistema de infección se le denomina "transmisión por vectores", porque el mosquito es necesario para la infección y posterior desarrollo de la enfermedad.
Éste aspecto es muy importante tenerlo en cuenta, ya que un perro no puede infectar a otro directamente: el que transmite la enfermedad es el mosquito que primero tiene que picar a un perro con leishmania para contaminarse, y después picar al perro sano para “contagiarle”.
El flebotomo es difícil de controlar, y cada vez se está extendiendo más y más en nuestra península colonizando áreas que hasta hace poco estaban libres de leishmania.
Debido al elevado riesgo que supone contraer esta enfermedad, lo más básico que podemos hacer para prevenirla es utilizar productos antiparasitarios que sean repelentes de este mosquito. Os recomendamos que consultéis a vuestro veterinario. Él os puede recomendar qué producto antiparasitario se ajusta más a vuestras necesidades (hay que tener en cuenta que algunos pierden efectividad con los baños, otros duran pocas semanas, etc…).
Un consejo que os damos es que, aunque lleve un producto repelente de mosquitos, no saquéis a vuestros perros a pasear a zonas húmedas sobre todo en el amanecer y en el atardecer (hay gran carga de insectos y mosquitos a esas horas), y que evitéis las zonas con mucha maleza.
Una vez que ya tenemos claro que el control de la leishmaniosis pasa por el uso de antiparasitarios que repelan la picadura de mosquitos, pasamos al siguiente nivel: el aumento de la inmunidad individual.
Los humanos también podemos contraer la leishmaniosis, pero la incidencia en humanos es mínima, significativamente menor que en perros quedando relegada a personas con enfermedades inmunosupresoras, ancianos, o niños pequeños. Aunque a los humanos nos pican igual los mosquitos flebotomos, tenemos una inmunidad natural selectiva para el parásito que hace que nuestro organismo supere fácilmente la infección.
En el caso de los perros la inmunidad frente a la leishmania es muy baja y por eso desarrollan la enfermedad.
Existen en el mercado varias vacunas y un jarabe que precisamente lo que hacen es aumentar la inmunidad del perro frente a la leishmania, haciendo que si alguna vez le pica un mosquito infectado, su propio sistema inmune acabe con los protozoos antes de que causen la enfermedad. Vuestro veterinario os recomendará qué protocolo seguir, pero siempre teniendo en cuenta que aunque se vacune, hay que seguir usando los repelentes del mosquito.
La prevención de la enfermedad es igual de importante que la detección precoz, y por eso recomendamos que antes de la primavera todos los perros se sometan a un test de leishmania. Si es positivo podremos tomar medidas para que la enfermedad no se descontrole, y que nuestro compañero de cuatro patas pueda tener una calidad de vida normal.
¡Saludos a todos!