Una gran mayoría de nosotros sabemos lo que es tener un cachorro en casa, son incansables y siempre andan por el medio. Aunque nos parezca
poco probable, cuando menos lo esperas podemos tener un desafortunado
accidente.
No es que me quiera poner catastrófica, pero quien no ha tenido que colocar un enchufe en la casa y lo hemos dejado a medio hacer porque la verdad, no hemos tenido tiempo para más, quedando el cable sin sujetar…O el día que nos hemos tropezado con el
juguete preferido del perro que estaba en el medio del pasillo y casi nos hace caer…
En fin, que cuando menos lo pensamos nos podemos llevar un susto, por lo que voy a pasar a enumerar unos cuantos de los peligros más “corrientes” y lo que debemos hacer en caso de que tengamos la desgracia de que ocurran.
Si tu perro se ha
clavado algo, un alfiler, una punta en las almohadillas, antes de nada es conveniente
tranquilizarnos y tranquilizar al perro ya que aunque nos quiere mucho y nunca nos ha mordido si le duele mucho al ir nosotros a auxiliarlo y darle en la zona afectada puede que
recibamos algún “pellizco”.
Si conseguimos sacarle lo que tiene clavado y la cosa no es para más, es decir no es una herida profunda le echaremos un antiséptico, para
desinfectarla y la vendaremos, estaremos pendientes día a día de cómo evoluciona para que no se le infecte.
Pero si la cosa pinta mal, porque el objeto que tiene es grande y se lo
ha clavado profundamente, no lo penséis y llevadlo al veterinario lo antes posible. Él valorará a través de una radiografía el alcance de la lesión y la manera de solventar el daño.
Si hemos estado pachuchos y los medicamentos no los hemos recogido, la ingestión accidental por parte del perro puede ser otra parte más de sus travesuras, por lo que si lo vemos bajo de moral, poco juguetón, mareado y con falta de coordinación, lo mejor es llevarlo a la clínica, si tenemos la suerte de que vomite, sería interesante
coger una muestra para que el veterinario le eche un vistazo.
Otra de las ingestiones más comunes, aunque nos parezca increíble, es el del líquido
anticongelante para coches. Debido a una sustancia concreta que llevan (etilenglicol),
que tiene un sabor dulzón y les puede resultar irresistiblemente atractivo como aperitivo. En este caso los signos que puede dar este tipo de intoxicación son.
- Depresión.
- Vómitos.
- Deshidratación.
- Falta de coordinación.
- Sed.
- Orinar con frecuencia.
- Hipotermia.
Si sospechamos que la ingestión ocurrió hace menos de
dos horas, podemos intentar provocarle el vómito para que elimine la mayor parte de lo que se ha tragado, si no lo logramos, es conveniente no forzarlo, y ya sabéis…corriendo al veterinario.
Vayamos ahora a los
accidente eléctricos, como he dicho al principio
ese cable que tenemos en casa y que por las razones que sea no hemos podido sujetarlo convenientemente y nuestro querid@ amig@ le ha hincado el diente, pelándolo poco a poco hasta que ha conseguido morder la parte metálica… Sinceramente espero que nunca se nos dé el caso ya que el riesgo de muerte es alto, pero si tenemos la desgracia de que ocurra, por favor, acordaros
siempre de desconectar antes de nada el interruptor general de la casa para poder socorrerlo.
Ahora vamos a suponer que estamos en la cocina y en el momento que nos vamos con todos los platos para ponerlos a lavar, nuestro perro jugando se nos mete entre las piernas, damos un tropiezo y se nos cae la vajilla rompiéndose en mil pedazos.
No es seguro pero sí muy probable que el perro se corte. En este caso tendremos que valorar el grado de la herida, si no es un corte muy profundo lo desinfectaremos y vendaremos, pero si es
profundo intentaremos impedir que siga sangrando, para ellos
usaremos una gasa o un trapo limpio y presionaremos moderadamente la herida hasta que vaya sangrando menos, si vemos que las dos partes de corte se quedan durante un instante pegadas, es una buena señal para optar por
desinfectarla bien y aplicarle un vendaje.
Si el corte además de profundo es grande lo mejor es correr para ponerlo en manos de un profesional.
Buenos estos son unos pocos de los casos que se me vienen a la cabeza pero con estos terremotos de cuatro patas las posibilidades son casi infinitas, por lo tanto nos vendría bien tener un botiquín siempre a nuestro alcance con algunos productos básicos que nos vendrán muy, pero que muy bien.
-Guantes de latex.
-Vendas.
-Esparadrapo.
-Algodón.
-Termómetro.
-Pinzas.
-Tijeras romas.
-Agua oxigenada.
-Alcohol.
-Betadine.
-Blastoestimulina. Entre muchas cosas que ahora no se me ocurren pero que podéis tener apartados junto con estos productos de primeros auxilios, por si la ocasión lo requiere. Espero
que no tengáis nunca necesidad de usarlos.
Montse Arias.
Redacción perros.com