Responde al nombre de Lola.
Su anterior dueño la maltrataba y al acogerla hace 4 meses supimos que nos la dio embarazada. Al parir 9 cachorros nos dimos cuenta que el padre podría ser un labrador o un podenco.
No sabe jugar, puesto que nunca ha tenido un juguete, es muy leal y cariñosa, sólo da besitos en los pies para que sepamos que está ahí con nosotros.