maypi tuvo una vida muy feliz, coja de la pata trasera desde los tres meses de vida por un atropello de coche, nada le impidio ser una perra alegre y disfruto de una familia que la adoraba un miembro importante de la casa y que nunca dejaremos de llorar su perdida ya que nos dio 16 años de felicidad y ni un solo disgusto era muy buena y protectora, siempre la recordaremos.