El criador (de Jir-pia) nos la entregó con bronconeumonía, le costó recuperarse y eso ha hecho que no pudiera socializarse a una edad más temprana. Es muy miedosa, le dan pánico las personas desconocidas y que los perros que no conoce corran hacia ella. Estamos trabajando en ello y va mejorando poco a poco.
Pero a parte de eso, es una perra muy alegre y cariñosa que siempre está dispuesta a jugar, aunque se esté muriendo del cansancio. Una bóxer, vamos. Su mayor pasión: jugar a tú me la tiras, yo te la traigo. Tooooodoooo el día.